¿𝗡𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗼 𝘂𝗻 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗽𝗼𝗿𝘁𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗼 𝘂𝗻 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗶𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼?⁣⁣
⁣⁣Empecemos de forma rotunda, por el final. Una empresa de transporte, o transportista, se encarga de mover mercancías de un punto a otro. Un transitario, o agente de carga, se encarga de organizar y gestionar ese transporte de la mercancía, y todo lo que le rodea, en nombre de sus clientes, por eso es un agente o representante. Para solicitar un porte sencillo, el pedido a domicilio de una pizza, no necesita de un agente transitario, pero para una operación compleja, como trasladar una mercancía perecedera de Asia a Europa, sí. Hay muchos factores en juego: accidentes, retrasos, rutas, aseguramiento, costes, etc.

También conocido como embarcador o agente de carga, un transitario es una persona física o jurídica que presta servicios en el transporte internacional de mercancías, un intermediario entre el exportador o importador y las compañías de transporte.

En un mundo con una economía globalizada, una logística eficiente para mover productos y mercancías de un lugar a otro es una necesidad para cada vez más empresas. Es en este contexto donde aparecen dos actores que tienen una gran interdependencia entre sí, transitarios y empresas de transporte, pero unas necesitan a otras, y viceversa.

Los transitarios son mediadores en las operaciones de transporte internacional por cualquier medio (marítimo, fluvial, aéreo, ferroviario, por carretera o multimodal). Si es necesario, organiza el enlace entre los distintos transportistas. Y además, como experto en el sector, coordinan las operaciones administrativas relacionadas con ese transporte: trámites aduaneros, gestión financiera, créditos documentarios, contrato de seguro, representación fiscal, etc.

La figura del transitario está regulada en la mayoría de los países del mundo, y sus funciones quedan definidas en el ámbito del comercio internacional. En España, su figura está regulada desde 1987 por la Ley 16/1987 de Ordenación del Transporte Terrestre.

Si profundizamos un poco, estas son algunas diferencias del transitario frente al transportista:

• Distintos roles: las empresas de transporte se centran en el movimiento físico de la mercancía, y los transitarios organizan y coordinan esos envíos en nombre de sus clientes.

• Los transitarios no son responsables legales de la carga durante el tránsito, pero sí de la organización y documentación. El transportista es responsable de la seguridad e integridad de la carga.

• Los transitarios prestan un servicio de asesoramiento y consultoría a sus clientes; las empresas de transporte, en el propio servicio de portes.
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Los transitarios se suelen diferenciar también por especialización según el tipo de carga que gestionan o tamaño de las operaciones, al igual que los transportistas: especialistas en carga refrigerada, a granel o de mercancías peligrosas; o especialistas en cargas extremadamente grandes o pesadas, o en mercancías perecederas.

El transporte de mercancías conlleva ciertos riesgos que dificultan el flujo del tránsito. El seguro del transportista debe cubrir sólo el daño o la pérdida de lo que transporta mediante una póliza de responsabilidad civil, de acuerdo con los límites legales aplicables que establecen la limitación de responsabilidad del porteador.

El transitario dispone, sin embargo, de un abanico más amplio en cuanto a posibilidad de asegurar los fletes. Las prácticas más habituales consisten en contratar una póliza flotante por avisos que cubra los daños a la mercancía de sus clientes y que se regulariza con la aseguradora de forma periódica. Al mismo tiempo, puede contratar un seguro de responsabilidad civil para cubrir toda su actividad como transitario, tanto responsabilidades con respecto a la carga, errores y omisiones, defensa jurídica, entre otras coberturas, como responsable de la coordinación de la actividad logística.

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